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La decisión de ArcelorMittal de apostar por la producción de acero de calidad dará sus primeros pasos en Asturias a partir de abril de 2014, con la puesta en marcha del denominado 'Proyecto Zinc Quench', acero galvanizado de gran resistencia y calidad para vehículos. La multinacional lo comunicó ayer a los sindicatos, a la vez que la reapertura de la línea de galvanizado número uno de Avilés, cerrada en noviembre de 2011 por la caída de la demanda de este producto en el mercado y donde se ha montado el moderno sistema 'Zinc Quench'.

El director general de ArceloMittal en Asturias, José Manuel Arias, se trasladó por la mañana a la consejería de Economía y Empleo para informar al consejero, Graciano Torre, de la reapertura de la línea de galvanizado, así como del nuevo proyecto de acero de calidad.

Los sindicatos valoraron muy positivamente el anuncio y señalaron que esperan la creación de entre 20 y 28 nuevos puestos de trabajo para atender la reapertura de la línea y la nueva producción para automóviles.

A diferencia de la línea de galvanizado 2, que tiene su producción destinada a la industria del automóvil, la uno estaba enfocada hacia la industria en general y la construcción. La fuerte caída de este sector por la crisis llevó a la parada de la línea, mientras que la de automóviles mantuvo su producción.

La línea que se reabrirá en abril recibió inversiones por importe de cerca de cuatro millones de euros. Básicamente, el proceso de galvanizado por inmersión consiste en sumergir la banda en un baño caliente de zinc fundido para que el acero quede protegido de la corrosión.

Tras la visita de José Manuel Arias, el consejero de Economía y Empleo dijo que «se trata de una buena noticia porque se logra arrancar actividades que estaban paradas y eso significa actividad económica y garantías de empleo para la región». Torre destacó que la producción de esta instalación «se orientará, fundamentalmente, al sector del automóvil, ya que se prevé un crecimiento de la producción de vehículos en España».

La alcaldesa de Avilés, Pilar Varela, por su parte, recibió la comunicación con gran optimismo. «Es una excelente noticia que una de las grandes empresas de la comarca despida el año anunciando una nueva línea de trabajo con la puesta en funcionamiento de esta instalación», señaló. Según Varela, «es importante que para finalizar este año, que ha sido muy duro en términos de empleo, se haga pública esta noticia. Significa recuperar una actividad productiva, un incremento del número de personas que tienen posibilidad de tener empleo y abre la perspectiva a nuevos mercados en el sector de la automoción».

En 2011 ArcelorMittal dio pasos importantes para impulsar la especialización de productos y el aumento de calidades. La línea 1 de galvanizado sirvió como ejemplo de la nueva estrategia de la empresa y tras ejecutar la inversión, a finales de ese año empezó a producir en pruebas acero de gran resistencia y calidad máxima destinado al sector del automóvil. El principal objetivo que se perseguía era aumentar la capacidad de producción de una gama de acero que reporta una importante rentabilidad.

Hasta ese momento, la multinacional obtenía acero con similares características mecánicas al que empezará a producir ahora mediante complejos procesos metalúrgicos en la acería, que exigían unos grados de acero de más alta calidad y que elevaban considerablemente los costes. De ahí que los ingenieros empezaran a trabajar en el nuevo plan para abaratar la producción. Fue así como surgió el denominado 'Proyecto Zinc Quench', liderado por la planta de Asturias y el departamento de I+D+i de la multinacional. La previsión inicial era que el nuevo sistema estuviera en funcionamiento durante el primer semestre de 2012, pero no fue posible por la crisis, y ahora se reactiva ante las buenas perspectivas del sector de las cuatro ruedas en España. Su implantación en la línea 1 de galvanizado, que hasta ahora sólo producía acero galvanizado, conllevó una inversión próxima a los cuatro millones de euros. Con la implantación del nuevo sistema se podrá incrementar considerablemente el porcentaje de acero destinado a la automoción que se fabrica en Asturias. La línea 1 tiene capacidad para producir 250.000 toneladas de acero galvanizado al año y la 2, 550.000 por lo que entre las dos suman las 800.000 toneladas por año.

Las dos líneas de galvanizado tienen un funcionamiento similar. Las bobinas de acero laminado en frío, con unos espesores que oscilan entre los 0,35 y los 2 milímetros, se calientan de manera progresiva en hornos de tubo radiante a una temperatura de 640 grados y se sumergen en un recipiente de zinc fundido a la misma temperatura. El zinc se adhiere a la chapa de acero y, posteriormente, se enfría. Es precisamente en el proceso de enfriamiento donde se introduce la nueva tecnología.

El nuevo tratamiento consiste en un sistema de refrigeración forzada en el mismo pote del zinc, en la zona donde está la banda, que produce una caída más brusca de la temperatura que el proceso estándar de galvanizado. El enfriamiento se hace al aire. La chapa se saca en posición vertical y se lanza unos 50 metros hacia arriba, con lo que se consigue controlar mejor el proceso de enfriamiento.