Las barreras metálicas del paso a nivel de Copertino permanecían levantadas en torno a las 10. Pero se trataba de un fallo del motor, que llevaba al menos una hora parado en la vía.Miedo entre automovilistas, por el dramático episodio en el que murió un joven de 23 años en 2005PORTADA - En 2005, en ese mismo lugar, un niño murió al ser atropellado por un tren.Atentos a aquel trágico episodio, que manchó la memoria de los habitantes, esta mañana se temía lo peor en Copertino.De hecho, sobre las 10 horas, las barras metálicas del paso a nivel permanecían levantadas, poniendo en peligro la seguridad de los transeúntes y automovilistas.En realidad, no fue un mal funcionamiento ni una distracción.Las barreras se levantaron solo por una razón: hubo una avería, sí, pero a la locomotora del tren de los Ferrocarriles del Sureste, que obligó al vagón a una parada prolongada, para permitir que los empleados de la empresa de transporte intervinieran con el mantenimiento.El vehículo permaneció alrededor de una hora justo detrás del portón, pero al estar inmóvil no requirió la presencia de la policía.Por lo tanto, para no detener el tráfico, se permitió el paso de vehículos.Sin ninguna consecuencia o inconveniente para los automovilistas.De hecho, el tren fue puesto en condiciones de reiniciar, después de la reparación de la falla.También el año pasado, en este período, un episodio similar generó aprensión, retrotrayendo a la comunidad de Coverup a aquel dramático día de septiembre de hace casi diez años, cuando un trabajador, entonces de 23 años, Diego Palma, murió atropellado por un tren, mientras iba a bordo de su Fiat Uno.