Los principales candidatos de centro para las elecciones presidenciales que Brasil celebrará en octubre están sumidos en la incertidumbre y hasta ahora ninguno de los nombres ha podido ganar terreno entre los votantes, de acuerdo con las encuestas.
En consecuencia, los sondeos sugieren que la elección presidencial será una batalla entre las dos fuerzas encabezadas por el incumbente, el derechista Jair Bolsonaro, y el expresidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.
“Los candidatos de tercera vía, principalmente los más vinculados a las fuerzas de centroderecha, han mostrado hasta ahora incapacidad para conectarse con la población para exponer sus propuestas, y eso reduce el interés del elector”, dijo a BNamericas Creomar de Sousa, presidente ejecutivo de la consultora Dharma Political Risk and Strategy.
"Estén o no de acuerdo, por un lado, las propuestas de Bolsonaro son muy claras y, por otro, las propuestas de Lula también son claras. No es el caso con los demás candidatos", agregó.
La falta de apoyo popular está provocando cambios entre los candidatos de centro, respaldados por los dirigentes empresariales porque los ven menos propensos a promulgar políticas populistas.
Por ejemplo, Sergio Moro, quien fue el juez encargado de la investigación de corrupción Lava Jato y fue también ministro de Justicia, declaró esta semana que ya no se postularía a la presidencia.
El magistrado, muy crítico tanto de Lula como de Bolsonaro, también anunció su intención de cambiar de partido político para integrarse al recién creado União Brasil. Los medios locales especulan que Moro podría postularse a un puesto en la Cámara Baja o incluso en el Senado.
En tanto, otro partido centrista, el PSDB, enfrenta sus propios problemas.
El gobernador de São Paulo, João Doria, fue presentado como candidato presidencial por el partido, pero al interior del PSDB hay voces que apoyan la candidatura de Eduardo Leite, quien renunció esta semana al gobierno del estado de Rio Grande do Sul para cumplir con la legislación y poder ser candidato en las elecciones, aunque aún no ha revelado estas intenciones.
Se especula que Leite está intentando captar el apoyo de Moro para crear una candidatura capaz de derrotar a Bolsonaro y Lula.
Una encuesta publicada recientemente por el instituto Datafolha, la agencia de sondeos de opinión más grande del país, mostró la semana pasada que Lula lidera las preferencias con un 43% de los votos previstos, mientras que Bolsonaro se ubica en segundo lugar con 26%.
Por su parte, Sérgio Moro le sigue con un 8%, por delante de Ciro Gomes, con un 6%. Más atrás están João Doria con un 2%, André Janones con un 2%, y Vera Lucia, Simone Tebet y Frederico D'Ávila, todos con un 1%.
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