Los productos asturianos de acero duplican su precio por la energía y la alta demanda | El Comercio

2022-04-22 19:57:47 By : Ms. Vanessa Chen

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Instalaciones de la línea de galvanizado, en la planta de Arcelor en Avilés. / E. C.

La reactivación de las economías mundiales tras el parón de la pandemia ha provocado que la demanda de productos acabados del acero se dispare. Tanto es así que las siderúrgicas están a pleno rendimiento para intentar suministrar las cantidades ingentes que les piden sus clientes. Pero, al mismo tiempo, se enfrentan a unos precios desorbitados de la energía y las materias primas, que repercuten en los precios. Esta conjunción de factores ha llevado al sector a multiplicar por más del doble los precios que determinados productos tenían antes de la emergencia sanitaria. Entre los que más han elevado sus tarifas destaca el acero galvanizado, que ha pasado de costar algo más de 500 euros por tonelada a superar los 1.200 en un año.

Un producto que se produce en Asturias, en la planta que Arcelor posee en Avilés. De allí salen las bobinas de este tipo de acero que tiene múltiples usos en la industria, la construcción y la automoción. Pero también han experimentado alzas similares semiproductos como las bobinas laminadas en caliente. Las que salen de Asturias están destinadas, básicamente, al sector industrial. Además de venderse a clientes finales, las bobinas laminadas en caliente también se transportan a las factorías que Arcelor tiene en Lesaca, Echévarri y Sagunto para darles diferentes acabados.

Las plantas asturianas de la multinacional siderúrgica se encuentran a plena capacidad y es evidente que el incremento de los precios, causado por el tirón de la demanda, beneficia a la principal compañía tractora de la economía regional. Pero también es cierto que los márgenes de beneficio no son tan elevados como podría parecer, dado que también se ha encarecido notablemente la producción. Por un lado, la escalada de precios de la energía parece imparable, con récords históricos que se suceden casi a diario. Y eso para una industria electrointensiva como Arcelor supone una parte muy importante de sus costes de producción.

Por este motivo, los productores europeos ya han avisado a sus clientes de que incrementarán en 50 euros el precio de la tonelada en algunos productos. Así, el próximo ejercicio comenzará con unas tarifas aún mayores, con las que las siderúrgicas buscan atenuar los elevados costes de la energía. Precisamente, la patronal del acero europea (Eurofer) -de la que forma parte Arcelor- se ha unido a otras diez asociaciones de empresas electrointensivas de diferentes sectores para exigir a la Unión Europea y los Estados miembros un «apoyo inmediato para hacer frente a los disparados precios de la energía que ponen en peligro la recuperación posterior a la pandemia».

Al menos, los productores tienen el alivio del fin de los aranceles impuestos en 2018 por el Gobierno de Donald Trump al acero y al aluminio procedentes del viejo continente, anunciado por Estados Unidos y la Unión Europea el domingo, lo que Eurofer acogió ayer con satisfacción.

A la crisis energética se suma la provocada por el aumento de los precios de las materias primas. En el caso de la siderurgia, el mineral de hierro, el carbón y la chatarra son algunas de las principales. Pero, a su vez, el acero también es una de las materias primas principales para las empresas del metal, que están en graves apuros tanto por el desabastecimiento de algunos materiales como por su desorbitado precio. Estas compañías, que en Asturias aportan el 11% del PIB y el 44% del empleo industrial, buscan la manera de repercutir este incremento de costes a sus clientes para evitar que el impacto en la cuenta de resultados sea demoledor. Pero no es sencillo, ya que la competencia es enorme y global.