Una solución eficiente para cubrir una superficie es hacerlo mediante la construcción de un techo de chapa. Se trata de una alternativa que se encuentra entre las más económicas en términos de dinero así como de tiempo. Ante el interrogante por cómo armar un techo de chapa, además, se puede adelantar que no se trata de un proceso muy dificultoso.
Si se desea conocer cómo armar un techo de chapa, es importante, antes de proceder a su construcción, que se conozcan las propiedades, así como las ventajas y desventajas de un techo de este material.
Entre las ventajas de un techo de chapa se destacan la rapidez de su construcción, su gran versatilidad y su peso liviano que hace que sea un material fácil de manipular en la obra.
Además, se trata de un material resistente que soporta el peso de un hombre trabajando sobre él, así como también resiste golpes, aunque puede llegar a abollarse si recibe impactos demasiado fuertes.
Es importante tener en cuenta que, si bien su bajo peso hace que sea un material fácil de manipular, también hace que las chapas puedan ser levantadas por fuertes vientos. Por eso es importante sujetarlas correctamente.
Otra de las desventajas que debe tenerse en cuenta respecto de los techos de chapa, es el hecho de que se trata de un material que puede oxidarse. De todos modos esta cuestión puede evitarse pintando la superficie para proteger su recubrimiento de zinc.
Por último, una de las mayores contras de los techos de este material es su poca eficiencia térmica: se calientan mucho con el sol y son muy fríos en invierno. Por eso es importante construir el techo en capas con buenos aislamientos térmicos así como con barreras de vapor para evitar la condensación del agua.
En primer lugar, cabe aclarar que un simple techo de chapa bien hecho, cuenta con ocho capas de distintos materiales. Entre estos se cuentan los estructurales como los no estructurales.
Comenzando desde el interior hacia el exterior, la primera capa, que es la que está en contacto con el interior del espacio a cubrir, está compuesta por los cabios estructurales, que son, básicamente, aquellas vigas de madera que soportan todo el peso del techo.
La segunda capa está compuesta por machimbre, que es un tipo de madera relativamente económica que se posa sobre las maderas que constituyen la estructura. Sobre esta capa se posa la tercera, que está constituida por la barrera de vapor, que funciona para evitar la presencia de líquido producido por la condensación.
Sobre esto se posa la cuarta capa que consiste en los listones escurridores de 2x1”, sobre los cuales se coloca una placa transversal sobre la cual, a su vez, se ubica otra capa de listones escurridores pero en el sentido contrario a la de los anteriores, que funcionan como clavadores. Esto es, si en la primera capa de listones se los ubicó en forma horizontal, esta vez, se los ubicará en forma vertical.
A continuación se coloca la séptima capa, que consiste en placas longitudinales de EPS, que se coloca entre las clavaderas. Si bien es importante que esta capa cubra todo el espacio entre clavaderas, su altura puede ser igual o inferior al de estas.
Por último, se coloca la cubierta de chapa que puede ser de distintas características, como galvanizada sinusoidal, aluminizada trapezoidal, entre otros tipos.
A la hora de pensar en qué sentido se harán las pendientes de un techo hay que tener en cuenta algunas cuestiones relacionadas al sitio en donde se lo va a construir. En este sentido, hay que pensar no solo en el espacio que se desea cubrir, sino también en el terreno propio y en el del vecino.
Por ejemplo, los techos de una sola agua son ideales en aquellos sitios en los que se desee cubrir un espacio no muy ancho en el sentido de la pendiente. Ahora bien, si no se desea hacer un techo muy alto, entonces se recomienda hacerlo a dos aguas, ya que los techos de una sola agua resultan demasiado altos de un lado por el ángulo de la caída del mismo en caso de espacios muy anchos.
Otra cuestión a tener en cuenta es la distancia que separa al espacio en el que se desea construir el techo con el lote del vecino. Esto es porque si la construcción se encuentra cercana a la medianera, entonces conviene hacer las caídas hacia el frente y el fondo para evitar problemas relacionados a la caída del agua de lluvia.
De todos modos, si por algún motivo en particular fuese necesario construir la caída hacia la medianera, entonces hay que leer cuáles son las disposiciones existentes para este tipo de casos. Por ejemplo, algunos municipios exigen realizar canaletas de desagüe que desagoten del lado de la medianera que corresponde al propietario.
También son comunes los techos que, por encontrarse linderos a la medianera, deban contar, en ese lado, con una contrapendiente. La misma debe tener un ancho mínimo de 60 centímetros con un desagüe ubicado en donde quiebra la pendiente.
© Copyright 2022 GRUPO AMERICA – Todos los derechos reservados